Alrededor del 60 por ciento del alumnado, unos 150 niños, del colegio público San Roque, en Villaverde, volvió hoy a quedarse sin clase por segundo día consecutivo al no poder acceder a su antiguo colegio, ocupado ahora por los estudiantes de otro centro educativo del barrio, el Cristóbal Colón, explicó la presidenta del AMPA del primer colegio, Lidia de la Cruz.
En declaraciones a Europa Press, De la Cruz señaló que los padres acompañados de sus hijos estuvieron a primera hora en la puerta de su antiguo centro para intentar que subieran a las aulas y recibir las clases. Sin embargo, a diferencia de ayer que consiguieron, al menos, que se quedaran en el patio, hoy no pudieron ni entrar ni al hall.
"De momento, a los niños no les vamos a llevar al colegio porque no vemos normal la solución que nos han dado y lo que han hecho con las criaturas es algo imperdonable", aseguró la presidenta, quien señaló que sólo el 40 por ciento de los alumnos ha acudido al centro nuevo, el antiguo Cristóbal Colón, en su mayoría inmigrantes "que por miedo a posibles represalias, han decidido mantenerse al margen".
Según relató la presidenta del AMPA, varios agentes de la Policía municipal estaban en la puerta del antiguo San Roque con una lista de los niños del Cristóbal Colón y sólo dejaban entrar a los que estaban incluidos en dicha lista, por lo que los padres, para evitar más conflictos se dieron media vuelta y se reunieron para llevar otro tipo de actuaciones.
"El director del Cristóbal Colón nos aseguró ayer que iba a buscar una solución que nos satisficiera a todos. Sin embargo, hoy nos ha dicho que él no va a hacer nada", denunció De la Cruz, quien aseguró que el problema de esta situación lo ha provocado la Comunidad de Madrid "que quiere que los padres de los dos colegios se enfrenten y el conflicto se quede en el barrio", matizó.
De hecho, apuntó que hoy el ambiente ya estuvo "calentito" entre los padres de ambos colegios y que es lo último que quieren. "Dicen (los padres del Cristóbal Colón) que sus hijos nos ven en la puerta y que les ponemos nerviosos", explicó, al tiempo que reconoció que entiende la postura de los otros padres y que, por ello, han decidido que a partir de ahora acudirán a las puertas del centro a protestar a partir de las 10.00 horas, cuando los niños ya están en clase.
Otra de las decisiones que han tomado es acudir mañana a la Asamblea de Madrid para aprovechar el Debate sobre el Estado de la Región que se está celebrando durante la jornada de hoy y mañana, y pedir a los políticos que les busquen una solución. "Que nos den una solución, que para eso son los que llevan el país", apostilló, al tiempo que aseguró que se trata de una "discriminación total" lo que se está haciendo con sus hijos, la mayoría de etnia gitana.
UNA PERMUTA POLÉMICA
El problema entre ambos centros comenzó el pasado curso, cuando el Cristóbal Colón, un centro algo deteriorado y saturado de alumnos, solicitó a la Comunidad una solución para que sus hijos pudieran acudir a clases en mejores condiciones. Por entonces, la Consejería de Educación ofreció una permuta (intercambio de instalaciones) con el colegio San Roque, que con una capacidad de 700 plazas, no alcanzaba los 250 escolarizados.
Esta permuta sólo se podía llevar a cabo si los Consejos Escolares estaban de acuerdo. En el caso del Cristóbal Colón no pusieron ninguna traba. Sin embargo, según explicó De la Cruz, el Consejo Escolar del San Roque rechazó por mayoría absoluta el cambio, con sólo dos votos a favor, el del director y el de la jefa de estudios, por lo que, en teoría, el intercambio no se debería haber llevado a cabo.
La solución está, según la presidenta, en juntar a todos los alumnos en el antiguo San Roque "porque tienen plazas suficientes, puesto que los estudiantes del Cristóbal Colón son cerca de 400, los del San Roque, unos 200 y en el centro hay capacidad para más de 700 matriculados". De hecho, apuntó que para este curso han abierto unas aulas que estaban cerradas y que ahora "están limpias". "Las han puesto listas para más niños y ayer estaban totalmente vacías, osea que hay más plazas aun", agregó.
La presidenta del AMPA no dejó de reconocer que en este problema, los más perjudicados están siendo los niños, pero los padres se niega a que se vayan al otro centro. "Los que quieran estudiar allí que se queden, pero lucharemos por nuestro derecho", matizó, al igual que recordó que dentro de poco irán a reunirse con su director escolar. "Cuando vayamos a verle será para que se vaya de ahí porque él no ha luchado por lo nuestro y no se merece estar donde está", concluyó.
Por su parte, la consejera de Educación, Lucía Figar, señaló ayer que el problema está resuelto y que más de 115 familias del San Roque están llevando a sus hijos a su nuevo centro, "que está rehabilitado".
Precisamente, la responsable de Educación en la región subrayó que durante las semanas previas al inicio de curso se realizaron unas jornadas de puertas abiertas para que los padres pudieran conocer todos los cambios que se habían hecho en el centro y cuáles eran las condiciones en las que iban a estudiar sus hijos.
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